Dormir como un bebé, una frase que escuchamos muy a menudo en nuestro día a día. A continuación, vamos a explicaros en profundidad todos los temas sobre el sueño y qué recomendaciones damos.
Al mismo tiempo que daremos unos consejos muy útiles para todos los padres primerizos, no os lo perdáis.
Los bebés en cada ciclo de sueño que duran 30-40 min necesitan despertarse para comprobar qué están seguros, y necesitan esa seguridad para volver a dormirse.
Además, los bebés se acostumbran desde el embarazo a dormir con el movimiento, y si no hay movimiento les cuesta volver a conciliar el sueño. Por eso los bebés necesitan dormir en brazos y no en la cuna.
Todos hemos pasado alguna vez, alguna noche que hemos descansado peor y eso nos afecta al día siguiente, nos vemos que estamos más irritables, irascibles, de mal humor.
Lo mismo le pasa a nuestros bebés cuando no duermen bien, están con un comportamiento distinto, agresivos, con llanto, comen peor y muchas más situaciones.
Porque durante el sueño se repara el organismo de toda la actividad diaria, además se restaura el sistema inmune y enfermamos menos, y como suelen decir, el “sueño alimenta”.
Durante el sueño se sintetizan una serie de hormonas que regulan el organismo, como la hormona del crecimiento, que se segrega en fases del sueño profundas. Y las hormonas que regulan el apetito y la saciedad. Por eso, las personas que sufren insomnio sufren además de impulsos nocturnos de ingerir comida.
En los bebés se habla del sueño madurativo, y eso es cierto, pero hay que evaluar qué es normal y que no es normal.
Vamos a hablar de varios puntos a tener en cuenta a la hora de mejorar esas conductas para favorecer el sueño.
Podemos comenzar con rutinas relajantes alrededor de los 4-5 meses, como:
- Luz tenue
- Leer un cuento antes de dormir
- Besos y abrazos
- Masajes con aceites esenciales…
Estas rutinas antes de comenzar a dormir nos ayudan a ir relajando la mente y favorecen el sueño.
Durante el día se segregan las hormonas del cortisol, que nos mantienen despiertos, y nos impiden dormirnos durante el día.
Por la noche se segrega la melatonina, cuando la luz empieza a ser más tenue al final del día.
Y durante el día, además del cortisol, tenemos picos de serotonina que se transforman después en melatonina.
Esto nos quiere decir, que las situaciones placenteras nos ayudan a relajarnos y a favorecer el sueño.
El movimiento libre es muy importante, en una alfombra, si gatean que lo hagan durante todo el día o ciertas cosas como tirar objetos al suelo.
Están afianzando conocimientos y deben de practicarlos mucho durante todo el día, si no lo hacen “sueñan con ello” y el cortisol se activa para poder practicar y practicar. Así que deja que gatee, que se tire cosas al sueño, que chupe, que juegue y que se desarrolle, pero sin forzar, simplemente respetando sus tiempos.
¿Has escuchado cuanto más se duerme más se quiere? Pues es totalmente cierto.
Favorecer el sueño durante el día, ayuda a descansar por la noche.
Los bebés que se les priva del sueño, por un aumento de los estímulos, hace que se segregue demasiado cortisol y eso impide el descanso.
Debemos de evitar el sobre cansancio, y debemos de observar a nuestro bebé cuando esa en esa fase. Como frotarse los ojos, tocarse la oreja, bostezo, lloriqueo.
Cuando comienza con esa fase debemos de bajar estímulos y favorecer el sueño.
A ciertas horas, como al final del día, existe la hora bruja, esas horas en la noche en laque el bebé está más irritado de lo normal, si está con el pecho, parece que no les satisface, el biberón tampoco es una solución.
Nos sentimos inseguras, pensamos que son cólicos, que no tenemos leche, pero seguramente sea sobre cansancio, un cansancio excesivo y un exceso de cortisol.
Así que en ese aspecto podemos hacer es adelantarnos a la situación, si sabemos que sobre las 22 horas está irritable, un par de horas antes, bajaremos estímulos, música tranquila, luces tenues, masajes relajantes, restricción de visitas, sacos de semillas con aromas en el abdomen, ropa cómoda…
