Infusiones en el embarazo

Nos encantan las infusiones, nos ayudan a relajarnos, nos hidratan, ayudan a que retengamos menos líquidos... pero ¿qué pasa en el embarazo? ¿Podemos tomar todas las infusiones en el embarazo que tomábamos anteriormente?

La respuesta es no, como seguro imaginabas. Y además es un mundo que resulta complicado porque se han realizado muy pocos estudios sobre ellas.

¿Qué infusiones puedo tomar durante el embarazo?

A grandes rasgos os traigo 2 grupos de infusiones que tenemos claros: las que son perfectamente seguras y podemos tomar sin problema y las que están totalmente prohibidas.

Entre estas últimas, sabemos que la valeriana tiene un contenido alto en alcaloides, que la Melisa y el Harpagofito pueden generarnos contracciones al ser oxitócico o que el romero puede subirnos la tensión arterial. Todos ellos contraindicados en el embarazo. Cuidado también con la cúrcuma y el anís verde o estrellado.

Sin embargo, hay otras infusiones como el poleo menta, que no está tan claro, ni las contraindicaciones ni los beneficios. Os dejo una tabla para informaros de aquellos de los que no tenemos suficiente evidencia y que, por tanto, para mí, si no hay estudios, no se deben consumir. Mejor ser precavidas.

¿Cuáles son seguras durante el embarazo?

¿Y cuáles sí de estas infusiones sí podemos consumir con seguridad? Pues en realidad muchos tipos de té: el verde, el negro, el blanco, el de limón y el Rooibos son perfectamente seguros. La infusión de jengibre debe reservarse para el primer-segundo trimestre y no en cantidades excesivas, ya que en el tercer trimestre podría estar relacionado con una mayor incidencia de parto prematuro, por lo que mejor evitarlo también como condimento.

Respecto al famoso té de frambuesa para provocar contracciones, si estáis a término podríais hacerlo, la precaución es para semanas anteriores.
En cuanto a la manzanilla, hace tiempo se recomendaba y ahora ya no está tan claro. Espaciad su consumo...

Os dejo una tabla por aquí para que lo veáis de forma más visual:



En resumen:

- Evita todas aquellas infusiones que no se sepa bien sus efectos y todas las que estén contraindicadas.

-Evita consumir "mezclas preparadas para infusión", ya que tienen varios componentes y no podemos saber al 100% cuáles son.

-Aunque haya infusiones prohibidas, sí podemos utilizar estas hierbas para condimentar las comidas (hinojo, romero...) puesto que los activos no están tan concentrados como en las infusiones.

-Las infusiones seguras son un buen complemento para evitar la retención de líquidos y mantenernos hidratadas.

¡Usa las infusiones en el embarazo con seguridad!

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